miércoles, 10 de noviembre de 2010

880ma. REUNIÓN – 412da. SESIÓN ORDINARIA

Homenaje a Sergio Karacachoff
Con la palabra de Sergio Guerriere


Sr. PRESIDENTE (San Pedro, Mariano).- Tiene la palabra el señor concejal Guerriere.

Sr. GUERRIERE.- Señor Presidente: en primera instancia, quiero adherir a las palabras de los compañeros concejales que se han expresado con respecto a La Noche de los Lápices.
Y, puntualmente, yo me quería sumar a hacer un homenaje; a un homenaje que tiene que ver con la memoria y el reconocimiento hacia esos militantes que en esa gran ciudad de La Plata, que ha tenido esta larga noche triste que significó en lo de “los lápices” y también dejar planteado que nosotros tenemos un militante en la Unión Cívica Radical. A veces, parece que es uno, pero también tenemos parte en el actuar contra la lucha de la dictadura militar.
Puntualmente, se cumple un aniversario de la muerte en manos de la dictadura militar, de un militante de las características de Sergio “el Ruso” Karacachoff.
Para quienes no lo conocen, Karacachoff fue un militante de la Unión Cívica Radical que, por sobre todas las cosas, nació en la ciudad de La Plata el 27 de junio de 1939 y su militancia se remonta –como cualquiera de nosotros- a la escuela secundaria, donde comenzó a militar y a interesarse por la política. Tal es así que él fue fundador y un activista del Centro de Estudiantes de esa Casa que dependía de la Universidad Nacional de La Plata.
También participó fuertemente de lo que significó en La Plata la Federación de Estudiantes Secundarios Democráticos. Seguidamente, Karacachoff realizó estudios de abogacía en la Universidad de La Plata y se graduó aproximadamente en 1965, desplegando una profunda militancia como destacado dirigente de lo que significó la Agrupación Reformista Unión Universitaria y llegando a ser, justamente, presidente del Centro de Estudiantes de Derecho.
Karacachoff, para quien no lo conoció, fue un destacado militante de la Unión Cívica Radical, fue convencional nacional y fue candidato a diputado nacional, aportando ideas, por sobre todas las cosas, al funcionamiento y modernización de nuestra estructura partidaria.
En 1976, la dictadura militar no tomó por sorpresa a Karacachoff, quien ya argumentaba, por sobre todas las cosas, la necesidad de que los partidos populares tuvieran una estrategia común para enfrentar al privilegio. Estamos hablando de un militante radical de la Unión Cívica Radical que, a veces, nos pone en el otro costado, pero se trabajaba en ese sentido.
Karacachoff generó y trabajó para formar un periódico que se denominó “En Lucha” para que tengan en claro que trabajaba del lado del pueblo.
Karacachoff siempre trató de defender a los más débiles, tanto para garantizar los derechos sindicales como para los derechos elementales de la gente que vivía en La Plata y sus alrededores.
Uno de los fundamentos y columnas más fuertes que tuvo Karacachoff fueron su oratoria, su convencimiento y su pensamiento, con los que trató de comunicar a muchos de los correligionarios, amigos, vecinos y políticos de otras fuerzas políticas de la ciudad de La Plata, la necesidad de defender la Justicia, la necesidad de defender la libertad y, por sobre todas las cosas, los derechos humanos. De esta manera, estaba condenando claramente lo que era la violencia y haciendo un llamado nuevamente a las fuerzas populares para lograr políticas de consensos para las grandes mayorías.
Esta postura política le significó a Karacachoff que le costara la vida: apareció allá, por la Ruta 36, junto a su amigo y socio de estudio, Domingo Teruggi, un dirigente socialista, con el que trabajaron fuertemente por el tema perseguidos políticos, por los detenidos desaparecidos y esa fue la lucha que marcó para que Sergio Karacachoff, por lo menos dentro de lo que significa el ámbito político de La Plata y, específicamente, el ámbito político de la Unión Cívica Radical, sea un tipo recordado como un muy buen militante. Tal es así que pagó con su vida.
Cuando en otro momento, tal vez, muchos de los que vivían en La Plata y muchos de los que estudiaban allí, por cuestiones que uno no sabe, tuvieron que exiliarse en el exterior y capaz que exiliarse en el ámbito interno.
Hoy, nuevamente, yo me siento orgulloso que, después de 8 años, la Unión Cívica Radical tenga una voz acá adentro y se homenajee a Karacachoff como un militante; un militante popular, como un militante al servicio del pueblo.
Simplemente, hago este recordatorio, señor Presidente, dejando la reflexión de que se puede ser político: sí que se puede ser político, uno puede estar convencido de ser político y destacarse a veces -como hacen algunos- manejando criaturas humanas.
Pero, hacer historia, señor Presidente, es realizar la política con dignidad, con verdad, con fe y con convicción.
Muchas gracias. (APLAUSOS)